Viaje difuntita Correa.

Hace ya más de 30 años fuimos por primera vez a la provincia de San Juan, distante a 280 km aproximados de Mendoza, ese primer viaje que debió durar 3 horas , duro más de 10 horas, al no conocer la ruta, ir preguntando en muchos lugares, entrar en caminos de tierras interminables, con extensos campos y muy poca gente, siempre tuvimos la guía en el camino de alguien que aparecía en cada sector y nos ayudaba a llegar.
Luego de ya 6 horas de viaje, pudimos llegar a Vallecito, lugar donde la difuntita corea tiene su tumba y que alrededor se construyó un pueblo que vive hasta el día de hoy del turismo que genera su imagen, debimos subir muchos escalones hasta un monte, junto con la hermana Esperanza siempre reímos en el camino, desde hace 30 años.
Cada año, visitamos 1 o 2 veces, el lugar para pagar nuestra manda a la difuntita correa, partimos solo en aquel viaje, y cada vez fuimos sumando más personas como nuestra familia, parejas y amigos/os, cada viaje fue muy diferente, con el paso del tiempo, nos fue mostrando los cambios y transformación de la carretera, sus calles de las cuales comenzaron siendo de tierra se transformaron en avenidas de pavimento, sus precarias viviendas en casas, la gente muy afable, siempre con una sonrisa.

Recuerdo una vez pasar a San Juan y comprar un pollo asado con papas fritas, lo estábamos comiendo al pie del auto, cuando una señora nos invitó a que almorzáramos en su comedor, entramos conversamos y reímos mucho con esa familia, volvimos a Mendoza a descansar, y años tras año cumplimos juntos nuestra promesa de ir a dar gracias por los favores concebidos, siempre subimos las escalaras y el último viaje.
Mi hermana la llevo a un centro asistencial y me comunicó lo que sucedía, sin dudarlo volví de inmediato de donde estaba a 1 hora de haberla dejado, junto a mis hermanos la llevamos rápidamente a una clínica, ahí pudimos estar con ella y despedirnos, sabiendo que disfrutamos y vivimos la vida como si fuera el ultimo día, no nos debíamos nada, partió en una operación y ahora es la luz que ilumina nuestros caminos.